País austral que enfrenta una preocupante situación en cuanto a la protección de sus fuentes de agua y cuencas. Un reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU alerta sobre la vulnerabilidad del país ante la crisis climática, destacando la sequía prolongada, el derretimiento acelerado de los glaciares y la inequidad en el acceso al agua como factores clave. Esto subraya la importancia de proteger los ríos y cursos de agua en Chile, que son fundamentales para la supervivencia y el desarrollo del país.
Según la geógrafa María Victoria Soto, los ríos y cursos de agua forman parte de una red interconectada que marca la geografía del país, siendo esenciales para la vida en la superficie del planeta. Silvana Espinosa, vocera de Greenpeace Chile, resalta que estos cuerpos de agua no solo son vitales para el suministro de agua, sino que también desempeñan un papel crucial en la regulación del clima y en el desarrollo de la vida en sus alrededores.
Sin embargo, estos ecosistemas enfrentan diversas amenazas, principalmente relacionadas con actividades humanas como la minería y prácticas agrícolas poco sustentables. A pesar de la importancia de los ríos, en Chile no existe un marco regulatorio que los proteja adecuadamente, con solo un 1% de los más de 1.200 ríos del país contando con algún grado de protección.
Para Espinosa, es urgente cambiar el modelo de gestión del agua en el país, priorizando su protección como un derecho para todas las personas y defendiendo los ecosistemas que permiten su reserva y suministro, como bosques, glaciares, ríos y humedales. Con estas medidas, se busca garantizar un manejo sostenible de los recursos hídricos y enfrentar los desafíos del cambio climático en Chile.