La LX Expedición Científica Antártica (ECA 60), dirigida por el Instituto Antártico Chileno (INACH), llega a su fin con el regreso del último equipo logístico de la base “Profesor Julio Escudero”, marcando el cierre de una exitosa temporada polar caracterizada por un amplio despliegue territorial y una intensa cooperación internacional en el ámbito científico.
Durante esta temporada, se llevaron a cabo 45 proyectos en terreno, abordando diversas áreas de investigación como la acidificación y calentamiento del océano Austral, la presencia de contaminantes en la Antártica, la huella de carbono negro y los virus emergentes en aves, entre otros.
Andrés López, director (s) del INACH, destacó el cumplimiento de los objetivos del Programa Antártico Nacional y resaltó la colaboración internacional como un elemento clave en la investigación antártica. López señaló además la proximidad del Congreso Mundial de Ciencia Antártica a realizarse en Chile, donde se presentarán numerosos resultados de investigaciones desarrolladas en expediciones como la ECA 60.
La expedición contó con la participación de 124 investigadores en terreno, incluyendo a 50 mujeres y 74 hombres. Por primera vez, la cantidad de mujeres contratadas para labores logísticas superó a la de hombres.
Los traslados hacia el territorio antártico se realizaron vía aérea y marítima, utilizando aeronaves de la Fuerza Aérea de Chile y Aerovías DAP, así como buques de la Armada de Chile y el buque Betanzos de la empresa DAP.
A pesar de que la mayor parte de las actividades científicas se llevaron a cabo en torno a la base “Profesor Julio Escudero”, también se realizaron investigaciones en otras bases antárticas como la base Prat de la Armada de Chile, la base O'Higgins del Ejército de Chile y una base conjunta en el glaciar Unión.
En relación a la gripe aviar, se implementaron medidas preventivas y protocolos de comportamiento para evitar la propagación del virus entre las colonias de aves. Además, se realizó la búsqueda activa del virus en dos bases antárticas y se decidió no abrir la base Yelcho debido a su ubicación en medio de una colonia de pingüinos.
Durante la ECA 60, se instalaron tres nuevas estaciones de la Red Latitudinal de Estaciones Multiparamétricas y se efectuó mantenimiento a otras dos, todas ellas destinadas a monitorear factores clave para el cambio climático y capaces de transmitir datos en tiempo real.
