El reciente Día Mundial del Clima pone en perspectiva la grave crisis climática que enfrenta el planeta, y en Chile, la crisis hídrica se manifiesta como una de sus consecuencias más claras. Este año, la situación se agrava debido al fenómeno de La Niña, que provoca una reducción en las lluvias y un descenso en las temperaturas.
Silvana Espinosa, vocera de Greenpeace, explica que La Niña reduce la temperatura del agua del Océano Pacífico, lo que conlleva a una disminución en la ocurrencia de lluvias y a una baja en la temperatura ambiente. Esto empeora la crisis hídrica en Chile, donde la falta de precipitaciones es preocupante.
Un ejemplo de esta situación se observa en la Región del Maule, donde se proyecta una disminución significativa en la cantidad de lluvia para este año, comparado con una temporada normal. Esto evidencia la estrecha relación entre el clima y la disponibilidad de agua, lo que requiere una revisión en la forma en que nos relacionamos con este recurso.
Espinosa enfatiza la necesidad de adoptar medidas para proteger el agua, tanto por parte de las autoridades como de la población en general. Es urgente un cambio en el modelo de gestión del agua en Chile, especialmente considerando que un gran porcentaje de comunas del país se encuentran bajo decretos de escasez hídrica.
Además, destaca la importancia de proteger los humedales, que actúan como reguladores climáticos y reservorios de agua. Greenpeace está llevando a cabo la campaña "Aculeo Humedal", que busca la declaración de humedal urbano para la Laguna de Aculeo, como ejemplo de la acción comunitaria en la protección del medio ambiente.
