Tras meses de juicio, este martes la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue sentenciada a seis años de prisión. Se trata del Caso Vialidad, que investigó su participación en un esquema de fraude entre 2007 y 2015 -mientras presidía el país trasandino-.
El Ministerio Público argentino, denunció a Kirchner y varios ex empleados de su gobierno, quienes firmaron contratos millonarios por 51 licitaciones de obras viales en la provincia de Santa Cruz. En dicho contexto, estas serían incompletas, sobrevaluadas y en algunos casos innecesarias.
La ex presidenta, quien en medio de sus alegatos, sufrió un intento de asesinato, ha sostenido desde un inicio, su inculpabilidad , acusando al sistema judicial y político de persecución.
"Tal como dijimos desde el 2 de diciembre del 2019, la condena estaba escrita, no es que fuéramos éramos clarividentes, ni adivinos, era algo mucho más sencillo (...) Probé durante todo el juicio que, de acuerdo a la Constitución, que yo no tengo el manejo de presupuesto las leyes que son aprobadas por legisladoras (...) Vivimos en un Estado paralelo y de mafia judicial“", señaló a través de sus redes sociales Cristina Fernández.
Vale destacar que, por su cargo de vicepresidenta, la líder del peronismo posee la misma inmunidad constitucional que el presidente, lo que la protege legal y civilmente en los procesos penales. Por ende, no puede ser arrestada, solamente si removida por juicio político.
La ex presidenta puede recurrir ante la Cámara Federal de Casación Penal y, en última instancia, ante la Corte Suprema de Justicia de Argentina. Junto a esto, podría presentarse a las elecciones 2023, si sigue en el cargo actual y no pierde sus derechos políticos.
