La esterilización de mascotas es una práctica común y rutinaria, pero lamentablemente, en un giro trágico de los acontecimientos, una pequeña cachorra llamada Torbi, de apenas 10 meses, perdió la vida durante este procedimiento quirúrgico. Sus dueños buscan denunciar este lamentable suceso para prevenir futuros incidentes similares.
Torbi, una juguetona cachorrita de raza puddle, contaba con un buen estado de salud y estaba al día con sus controles veterinarios. Ingrid, la dueña de Torbi, compartía la responsabilidad de cuidar a la pequeña con su suegra, quien la inscribió en un programa de esterilización ofrecido por la Fundación para la Superación de la Pobreza.
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El lunes pasado, la cirugía de esterilización de Torbi comenzó a las 9 de la mañana, y se esperaba que concluyera alrededor del mediodía. Sin embargo, cuando los dueños intentaron obtener información sobre el estado de Torbi, se les comunicó que existía la posibilidad de que la cachorra sufriera daños neurológicos debido a un paro respiratorio.
El desgarrador desenlace dejó a Ingrid y a su familia en estado de shock. La clínica veterinaria responsable de la cirugía no ha proporcionado declaraciones, indicando que están a la espera de completar los informes que serán entregados a la fundación.
Aunque desde el Centro Veterinario de la Patagonia se niega cualquier tipo de negligencia, el equipo periodístico de ITV Noticias buscó la versión de la veterinaria, pero esta no fue entregada. Los dueños de Torbi buscan respuestas y buscan asegurarse de que una situación tan trágica no se repita en el futuro.
