En abril, el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas determinó que no existían pruebas suficientes para condenar a Leonardo Isla Abarca, acusado de la muerte de Glenda Delgado, ocurrida en diciembre de 2019. En mayo, la Fiscalía recurrió a la Corte de Apelaciones para revertir el resultado, siendo anulado en julio.
El juicio volvió a repetirse y durante siete días prestaron declaración 35 testigos y 18 peritos.
“Efectivamente había sido objeto de agresión la víctima por parte del imputado. Paro tenemos pruebas más específicas, como la prueba pericial de la doctora Paola Millán cuando explica este fenómeno de la asfixia mecánica, refiere que es un fenómeno que se manifiesta mucho en las violencias familiares y que constituye incluso, la máxima expresión de sometimiento de una persona”, explicó Romina Moscoso, fiscal del Ministerio Público.
La defensa volvió a insistir en la inocencia del sujeto.
“Estima esta defensa que no se demuestra ni acredita, con la prueba rendida, la propuesta fáctica de hechos que el Ministerio Público le entrega a este Tribunal para su decisión. Por circunstancias de reconocimiento científico y luego, por lógica. Lógica que nos lleva primero a preguntar cómo es posible que según los hechos, una persona maltratada severamente en la zona del rostro cuello y asfixiada, camine seis metros”, comentó el defensor Leonardo Vallejos.
Isla Abarca fue nuevamente absuelto del delito de femicidio, pero encontrado culpable de daños y desacato. Actualmente se encuentra privado de libertad por otras causas.
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