La decisiva junta de acreedores programada para este jueves en Nova Austral, destinada a determinar el destino de la empresa, ha sido aplazada hasta el 9 de noviembre debido a la incorporación de nuevos antecedentes en el caso. Este retraso se produce con la noticia de que los bonistas de la compañía tendrán un papel activo en la votación que definirá el futuro de la salmonicultora, lo que ha generado un rayo de esperanza en los gremios de trabajadores.
La decisión de posponer la reunión se tomó después de un encuentro en el que el veedor solicitó el aplazamiento por 10 días adicionales, con el objetivo de abordar asuntos pendientes y discutir temas con los acreedores. La incertidumbre rodea el futuro de Nova Austral, y los resultados de esta junta son cruciales tanto para la comunidad fueguina como para los trabajadores de la empresa.
Rodrigo Valencia, secretario del sindicato de administrativos de Nova Austral, expresó su esperanza sobre el resultado de la junta aplazada: "Esperamos que sea un resultado positivo para lo que es Porvenir y para nosotros como trabajadores. Seguimos con la incertidumbre. Esperamos que sea positivo y que Nova Austral continúe operando en Tierra del Fuego, manteniendo nuestras fuentes de trabajo".
Esta inclusión de los bonistas en el proceso de toma de decisiones ha suscitado esperanza entre los gremios de trabajadores, ya que podría allanar el camino para una solución que proteja los empleos y permita la continuidad de la salmonicultura en la región.
Valencia agregó: "Hoy en día, todos los sindicatos están explorando distintas opciones y caminos para mantener una comunicación fluida con el gobierno y evitar el cierre de Nova Austral".
La comunidad fueguina y los trabajadores de Nova Austral enfrentan desafíos significativos, pero la esperanza reside en una resolución positiva que se espera para el 9 de noviembre. La decisión de los bonistas de la empresa tendrá un impacto crucial en el destino de la compañía y en la estabilidad laboral en Tierra del Fuego.
