Familiares de internos de la cárcel de Punta Arenas realizaron el pasado sábado una denuncia pública sobre las condiciones penitenciarias que enfrenta la institución, específicamente, el aumento significativo de la población de roedores. Las denuncias se centran en la presencia de ratones en áreas utilizadas por gendarmes y funcionarios públicos.
El sábado pasado, familiares se manifestaron a las afueras de la casa de los padres del presidente, denunciando las condiciones de la cárcel de Punta Arenas. La Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) respaldó las denuncias, destacando la presencia de ratones en el casino utilizado por gendarmes y funcionarios públicos para alimentarse diariamente.
La respuesta de Gendarmería fue inmediata, reconociendo el aumento estacionario de roedores y asegurando que se está trabajando para abordar la situación en el penal de Punta Arenas.
El domingo 17 de diciembre, funcionarios de la cárcel denunciaron la presencia de excrementos y orinas de ratón en el casino, utilizado tanto por gendarmes como para proveer de alimento a varios establecimientos del sector.
La presidenta de ANEF, Evelyn Córdoba, entregó una carta al Presidente Gabriel Boric, expresando su preocupación por la situación y criticando la aparente falta de acción por parte de la Seremi de Justicia.
La Seremi de Justicia está trabajando para resolver la problemática, según afirmó el delegado presidencial regional de Magallanes, José Ruiz. Este aseguró que estaban al tanto del caso antes de la denuncia pública.
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El presidente en Magallanes de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes (Ansog), Wladimir Haro Caicompay, detalló que personal de Gendarmería identificó fecas y orina de ratón en el Casino de Suboficiales y Gendarmes del Complejo Penitenciario de Punta Arenas. Ante esto, se ordenó el cierre del recinto por una semana para intervenir el sector y realizar la limpieza correspondiente.
Los funcionarios que inspeccionaron el recinto tomaron fotografías como evidencia de la plaga de ratones. El casino cerrado provee de alimento fiscal a varios establecimientos, incluyendo el Centro de Entrenamiento Canino y el Centro de Reinserción Social. La jefatura regional oficializó el cierre del recinto por una semana para abordar la situación.
El cabo segundo Wladimir Haro subrayó la importancia de abordar estos hechos debido al riesgo que representan para la salud y el bienestar de los funcionarios, solicitando el apoyo y cooperación de las autoridades regionales para subsanar la problemática. El mando regional y las autoridades ya están tomando conocimiento del caso.
