En la remota y pintoresca localidad de Puerto Williams, en la isla Navarino, se encuentra Campero, un café al paso que se erige como un faro de hospitalidad y emprendimiento en el extremo sur del mundo. Fundado en octubre de 2021 por Catalina Castillo, este establecimiento gastronómico no solo ofrece delicias culinarias, sino que también es un testimonio de perseverancia, esfuerzo y amor por la tierra patagónica.
Construido con maderas y planchas de zinc, Campero se alza como un refugio acogedor para los visitantes que se aventuran a recorrer la costa de Puerto Williams. En su interior, Catalina, junto con su pareja Javier Godoy, reciben a los clientes con productos caseros elaborados con dedicación y pasión. Desde su cocina, Catalina prepara panes, pasteles, sopaipillas, mini galettes, galletas de limón, tés y cafés, mientras los comensales disfrutan de una vista panorámica del canal Beagle e Isla Grande de Tierra del Fuego.
La historia de Campero se teje con esfuerzo y determinación. Inicialmente, Catalina comenzó vendiendo panes y pasteles a domicilio en 2019, pero con el apoyo de Javier, decidieron dar un paso más y construir su propio local gastronómico. A pesar de los desafíos, incluida la pandemia que retrasó sus planes, Catalina siguió adelante y finalmente logró abrir las puertas de Campero en octubre de 2021.
Esta semana, Campero recibió la visita de importantes autoridades regionales de Turismo y Hacienda, junto con la delegada presidencial provincial de la Antártica Chilena, María Luisa Muñoz. La reunión tenía como objetivo ahondar en el desarrollo del negocio después de que Catalina fuera reconocida por Sernatur en 2022 como Mujer Empresaria Turística, siendo la primera vez que alguien de Puerto Williams recibía este galardón. La presencia de las autoridades demuestra la importancia de apoyar y promover el emprendimiento local en lugares remotos como Puerto Williams.
Para Catalina, la visita de las autoridades es una oportunidad para expresar sus necesidades y desafíos como emprendedora en una comunidad tan apartada. A través de su perseverancia y dedicación, Catalina ha convertido a Campero en un punto de encuentro para los residentes y visitantes de Puerto Williams, demostrando que incluso en el fin del mundo, el espíritu emprendedor puede florecer.
