El lunes funcionarios de Sernapesca, gracias a la alerta de la Capitanía de Puerto de Puerto Williams, acudieron a un llamado de rescate de fauna por un delfín que había varado en el muelle Guardián Brito.
Más tarde llegó a prestar apoyo la veterinaria Florencia Olivares del Centro de Investigación Cabo de Hornos, con quien pudieron observar mejor al ejemplar y determinar que no se trataba de un delfín, sino que de un Zifio de Layard (Mesoplodon layardii) neonato. Luego de 3 intentos, lograron desvarar al ejemplar, el que se fue nadando por la Bahía de Puerto Williams.
Personal de la Armada alertó a las embarcaciones acerca de la presencia de este cetáceo odontoceto para que naveguen con precaución para no colisionarle.
Al día siguiente, Sernapesca recibió un llamado porque el pequeño Zifio nuevamente había varado. Llegaron al lugar y notaron que no era el mismo ejemplar, sino que esta vez se trataba de una hembra adulta y con evidentes signos de haber parido recientemente, por lo que concluyeron que se trataba de la madre del Zifio varado el día anterior.
Solicitaron apoyo de La Armada para realizar rápidamente maniobras para lograr desvararla, sin embargo, gracias a las características del fondo marino y la marea del momento, la madre logró regresar al agua por sus propios medios.
La Directora Nacional de Sernapesca, Soledad Tapia, se refirió al desenlace de estos eventos ocurridos al sur de la región de Magallanes. “Esta es una historia que tiene un final feliz, ya que luego de varias horas de monitoreo realizadas por nuestros funcionarios Diego Illanes y Domingo Castillo de la oficina de Puerto Williams, pudieron corroborar que la madre se reunió con su cría, sin embargo, como Sernapesca y con apoyo de La Armada continuaremos monitoreando el paso de esta familia por la Bahía”.
El grupo de los Zifios es uno de los menos estudiados de los cetáceos odontocetos (que poseen dientes). Específicamente El Zifio de Layard habita todos los océanos australes del mundo y dentro de sus características físicas, se destaca por su patrón de coloración blanco y negro distintivo. Su tamaño alcanza los 6 metros de longitud con un peso de 3,2 toneladas.
En Chile existen muy pocos registros del varamiento de estos ejemplares. En este sentido, Sernapesca tiene un solo registro de varamiento de un individuo en el año 2019 en caleta Tortel, región de Aysén.
