El pasado martes, en nuestra edición anterior, informamos sobre la sorprendente noticia de los despidos de al menos 10 docentes en la Universidad de Magallanes (UMAG), un proceso que ha generado una ola de inquietud en la comunidad académica. La Asociación de Académicos de la UMAG ha denunciado este procedimiento, calificándolo como "inédito" y "discrecional". La controversia comenzó cuando se notificó a, al menos, 8 académicos que sus contratos no serían renovados, y se especula que este número podría llegar a 13.
LEE TAMBIÉN La PDI identifica a la persona asesinada en el Cerro de la Cruz
En respuesta a estos cuestionamientos públicos, el vicerrector de Administración y Finanzas de la UMAG, Fredy Cabezas, ha brindado una perspectiva desde la institución. Según Cabezas, los despidos se basan principalmente en razones de naturaleza académica. "Hay aspectos docentes que tienen que ver con la investigación, y, por supuesto, también consideramos la sostenibilidad administrativa y financiera de la universidad", afirmó Cabezas.
Cabezas profundizó en su explicación, destacando que se han realizado evaluaciones que abarcan tanto la enseñanza como la productividad científica de los académicos. Estos múltiples elementos se han combinado en un proceso integral para determinar la continuidad o no de ciertos docentes. Además, se han considerado las proyecciones de proyectos internos y las prioridades de los departamentos involucrados.
El vicerrector enfatizó que estas decisiones no se toman al azar, sino que están destinadas a garantizar el desarrollo académico de la universidad y prepararla para los desafíos futuros. Sin embargo, estas explicaciones no han disipado por completo las preocupaciones y cuestionamientos que persisten en la comunidad universitaria. La necesidad de una mayor claridad y comunicación respetuosa es evidente en este conflicto en evolución.
