Desde que se completó el cierre perimetral del ex Hospital Regional Lautaro Navarro hace unos meses, los residentes de la zona han experimentado una notable mejora en la calidad de vida. Con la eliminación de ruidos molestos y una disminución en los índices de delincuencia, la tranquilidad se ha vuelto parte del día a día en la vecindad.
Aunque ocasionalmente ocurren incidentes menores, los vecinos coinciden en que la situación general ha mejorado considerablemente desde el cierre perimetral del recinto en enero de este año. Además, la presencia de un cuidador en el lugar contribuye a mantener el orden y la seguridad en el área.
Ahora, la atención se centra en los planes del Gobierno Regional para el futuro del espacio. Se espera que el GORE proceda con la demolición del antiguo hospital para dar paso a la construcción de un edificio consistorial para la municipalidad y un recinto para la Policía de Investigaciones (PDI). Para este fin, se ha asignado un presupuesto de más de 5000 millones de pesos.
La demolición se llevará a cabo en un solo proceso, en lugar de las tres etapas originalmente presupuestadas, lo que agilizará el proceso y permitirá una pronta reurbanización del área. Los vecinos están ansiosos por el inicio de la licitación y la posterior demolición, que podría comenzar tan pronto como mediados de septiembre.
En resumen, los residentes del sector esperan con expectación el próximo paso en la transformación del ex Hospital Regional Lautaro Navarro, confiando en que los cambios traerán aún más mejoras a su entorno y calidad de vida.
