En medio de una semana decisiva para el avance del Caso ProCultura, el presidente Gabriel Boric se refirió brevemente a la polémica filtración de una conversación personal con la psiquiatra Josefina Huneeus, cuyo teléfono fue intervenido por la Policía de Investigaciones (PDI) en el marco de las diligencias judiciales. La declaración fue entregada durante su visita a Japón, donde participa en actividades de la Expo Mundial Osaka 2025.
Huneeus, amiga del mandatario, es exesposa del psiquiatra Alberto Larraín, exdirector ejecutivo de la Fundación ProCultura, entidad investigada por supuestas irregularidades en convenios con el Ministerio de Vivienda y diversos gobiernos regionales, que totalizan más de 6 mil millones de pesos (unos USD 6,4 millones). Parte de estos fondos, según versiones en investigación, habrían sido eventualmente destinados a la campaña presidencial de Boric.
Al ser consultado por la prensa en Osaka, Boric fue categórico: “Yo siempre he sostenido y reitero en este momento que cuando se investigan casos de malversación a la fe pública o cualquier tipo de delito, no puede haber un doble estándar. [...] Caiga quien caiga, que se investigue todo lo que se tenga que investigar”.
El mandatario aseguró tener “absoluta tranquilidad” respecto a su actuar, y llamó a no ejercer presiones sobre el sistema judicial: “No acuso persecución. Tengo la profunda tranquilidad de haber actuado siempre de manera correcta, apegado a la ética y la ley”, afirmó, reforzando su compromiso con que “las instituciones funcionen con total independencia”.
La investigación del Caso ProCultura sigue generando repercusiones políticas y judiciales en Chile, en un contexto de creciente escrutinio ciudadano sobre la transparencia en el uso de recursos públicos y los vínculos entre fundaciones y el aparato estatal.