Esta mañana, varios conductores de Punta Arenas encontraron en sus parabrisas un papel que simulaba una infracción de tránsito, señalando que sus vehículos estaban mal estacionados. Sin embargo, al observar más de cerca, notaron que el documento incluía un código QR, lo que generó sospechas y preocupación.
Las imágenes del papel comenzaron a circular rápidamente en redes sociales, con advertencias como “No escaneen el código”, ya que muchos temieron que se tratara de una estafa para robar información, una táctica común en ciberdelitos. Sin embargo, se descubrió que el código llevaba a un reel publicitario en Instagram de un restaurante de la ciudad, lo que causó aún más molestia entre los afectados.
Para muchos, la estrategia fue una broma de mal gusto y una publicidad encubierta que generó más rechazo que interés. Incluso, algunas personas acudieron a Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) para dejar constancia de lo ocurrido.
A pesar de la controversia, queda la duda: ¿Logró esta campaña su objetivo o terminó perjudicando la imagen del restaurante?