El cáncer de mama es una de las enfermedades más comunes entre las mujeres a nivel mundial. En Chile, durante 2023, la cifra de fallecimientos por esta causa ascendió a 2.263, convirtiéndose en el cáncer con mayor número de muertes según el Ministerio de Salud (MINSAL). Sin embargo, los avances en tratamientos han mejorado significativamente la tasa de supervivencia de las pacientes.
El tratamiento no es una sentencia de muerte
El Dr. Damián Hannois, oncólogo de la Clínica INDISA, destaca que “el cáncer de mama es una enfermedad grave, pero no una sentencia de muerte. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las pacientes puede sobrevivir a la enfermedad”.
Los tratamientos ayudan a las pacientes a mejorar sus perspectivas de vida de varias maneras: reduciendo el tamaño del tumor para facilitar su extirpación, previniendo la propagación del cáncer y aliviando los síntomas, como el dolor y la fatiga.
Dependiendo del estadio de la enfermedad y de las características del tumor, los tratamientos varían. A continuación, algunos de los más comunes y efectivos:
- Cirugía: Es a menudo el primer paso para extirpar el tumor. Según el Dr. Hannois, las opciones incluyen la mastectomía, que implica la extirpación completa de la mama, o la cirugía conservadora, donde solo se extirpa el tumor y una pequeña porción de tejido sano. La elección depende del tamaño y la ubicación del tumor.
- Quimioterapia: Este tratamiento destruye las células cancerosas mediante potentes medicamentos que pueden administrarse de forma intravenosa, oral o por inyección. Se puede usar antes o después de la cirugía para reducir el tamaño del tumor o eliminar células cancerosas residuales.
- Radioterapia: Utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas en la zona afectada, comúnmente después de la cirugía. Ayuda a reducir el riesgo de recurrencia del cáncer y puede tener efectos secundarios como irritación de la piel o fatiga.
- Terapia hormonal: Se usa en cánceres sensibles a las hormonas estrógeno y progesterona. Bloquea los efectos de estas hormonas, ayudando a prevenir el crecimiento del cáncer.
- Terapias dirigidas: Actúan sobre moléculas específicas en las células cancerosas, evitando dañar las células sanas. Pueden detener el crecimiento del cáncer y evitar su propagación.
- Inmunoterapia: Es uno de los tratamientos más recientes y permite que el sistema inmunológico del cuerpo reconozca y ataque las células cancerosas. Los efectos secundarios incluyen fatiga y erupciones cutáneas.
El Dr. Hannois señala que los tratamientos son más efectivos cuando se usan en combinación, como cirugía junto con quimioterapia y radioterapia, para eliminar cualquier célula cancerosa residual.
Si bien los tratamientos pueden generar efectos secundarios como náuseas, fatiga o pérdida de cabello, estos suelen ser temporales y controlados con medicamentos.
En Clínica INDISA, se promueve la detección temprana a través de chequeos regulares y hábitos de vida saludables como claves para prevenir el cáncer de mama.