El Consejo de Política Financiera (CPF) propuso al Banco Central, antes de su encuentro de este miércoles, recortar la tasa de interés en 75 puntos base y cesar su adquisición de dólares.
¿Qué declaró el Consejo de Política Financiera?
Mediante un informe, el consejo expresó que "el índice de actividad económica de agosto descendió más de lo previsto (0,9% anual), deshaciendo la inesperada subida de julio y marcando un año en declive".
"Las expectativas de crecimiento para este año continúan en números rojos, siendo las últimas aún más pesimistas que las presentadas en septiembre. Las previsiones para 2024 también han sido ajustadas a la baja, pero aún alineadas con las proyecciones del último informe financiero", añadieron.
Agregaron que "el mercado laboral sigue estancado y se deteriora, aún distante de los niveles previos a la pandemia". Sumado a esto, "las ofertas de empleo y la confianza empresarial en números rojos no auguran una recuperación cercana”.
“Los salarios ajustados por inflación se mantuvieron en el mes anterior, finalizando su ajuste por la elevada inflación del año pasado", indicaron.
¿Cuál es la preocupación?
Sobre el consumo, el CPF apuntó que los indicadores recientes "reflejan notables descensos. Mientras el gasto gubernamental sigue en alza (+1,7%), las proyecciones fiscales para el próximo año no garantizan estabilidad fiscal en el contexto actual".
En ese sentido, mencionaron que "la preocupación surge del debilitamiento de la moneda en tiempos recientes, acentuándose desde el último encuentro financiero, lo que ha generado respuestas del Banco Central y del Ministerio de Finanzas".
Factores externos
Con respecto al entorno global, el consejo sostuvo que "aunque el panorama mundial no presenta cambios en inflación y actividad, sí lo hace en economías clave".
En este contexto, subrayaron la ralentización en China y la fortaleza económica de EE.UU.
Acerca del conflicto en el medio oriente y la persistencia del conflicto "Ruso-Ucraniano, provocan una mayor volatilidad y riesgo, incremento en el precio del petróleo, disminución del crecimiento global por interrupciones logísticas, y el fortalecimiento del dólar como moneda refugio", puntualizaron.
“Bajo nuestra política, el impacto de una devaluación mayormente externa sería pasajero en inflación y, por ende, no debería alterar la retirada de estímulos financieros; podría incluso justificar su aceleración dada la menor expansión mundial por el agravamiento del conflicto en el medio oriente", concluyeron.
