¿Quién no recuerda haber usado un cuaderno Rhein? Durante ocho décadas, esta insignia fue parte fundamental de la vida académica de incontables estudiantes, tanto en escuelas como en universidades, siendo el soporte de sus notas y tareas.
Sin embargo, a pesar del cariño y recuerdos que despierta en muchos, la empresa se vio obligada a declarar su insolvencia debido a deudas que alcanzaron los $11.000 millones con bancos clave como Security, Santander, Scotiabank y Chile.
El ocaso de dos gigantes
Los intentos de rescate por parte de los propietarios resultaron infructuosos. Según informó el Diario Financiero, en los recientes años, Rhein experimentó decrecientes ganancias, que se agudizaron con el paso del tiempo.
A este escenario se suma el de la marca Argos, conocida por sus artículos festivos y decorativos. Al igual que Rhein, Argos pertenece a la familia Ordoñez.
Con la situación financiera de ambas empresas, más de 200 empleados se encuentran ahora sin empleo, y sus productos comenzarán a escasear en estanterías de librerías y supermercados.