En Puerto Williams, una capacitación sobre ganadería regenerativa reunió a agricultores locales en una iniciativa organizada por el Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de Cabo de Hornos, en colaboración con INDAP y la Municipalidad de Cabo de Hornos. Durante dos días, los asistentes participaron en sesiones teóricas y prácticas diseñadas para promover prácticas ganaderas que equilibren productividad con sostenibilidad.
La capacitación destacó la importancia de implementar técnicas que mejoren la salud del suelo, la biodiversidad y los ecosistemas, particularmente en una zona ecológicamente sensible como Cabo de Hornos, reconocida como Reserva de la Biosfera.
Javier Godoy, presidente de la Agrupación de Ganaderos "El Baqueano", que representa a 18 familias, valoró el impacto positivo de la actividad: “nos ayuda a entender cómo cuidar nuestro entorno y la naturaleza. Aprendimos sobre la preservación de las praderas y los procesos que las hacen más productivas. Esto mejora significativamente nuestro manejo del suelo”.
Manuel Ulloa, jefe técnico del Prodesal Cabo de Hornos, explicó que estas técnicas son clave para un desarrollo más eficiente y sostenible: “la ganadería regenerativa promueve prácticas que benefician la salud del suelo y regeneran los ecosistemas, lo que es esencial para una zona como Cabo de Hornos, donde los valores de sostenibilidad son primordiales”.
La actividad contó con la participación de Antonia Castro, ingeniera agrónoma y experta en ganadería regenerativa, quien señaló la urgencia de aplicar métodos respetuosos con el medio ambiente: “en nuestra charla y visita de diagnóstico, identificamos la necesidad de un cambio hacia técnicas que respeten el ecosistema, mejoren la productividad y aporten a la calidad de vida de las familias ganaderas. Este enfoque es esencial para transformar la ganadería en una herramienta de conservación y desarrollo”.
Castro, integrante del equipo de Efecto Manada, destacó que estas técnicas no solo optimizan el manejo del ganado, sino que también contribuyen al equilibrio ambiental en un entorno único como Cabo de Hornos, donde el ecosistema terrestre y marino son interdependientes.