En cada Navidad, una pregunta recurrente es: ¿qué regalo fue el más popular este año? Aunque las respuestas pueden variar, hay ciertos clásicos que parecen inmutables con el paso del tiempo. Entre ellos, las bicicletas se mantienen como uno de los presentes más icónicos, especialmente para los más pequeños del hogar.
Las bicicletas no solo representan un regalo, sino también una puerta a la diversión, la independencia y un estilo de vida más activo. Claudio Boten, de Bike Service, destacó la popularidad constante de este producto: “Las bicicletas son ideales para los niños que quieren incursionar en este mundo y tener una nueva vía de movilización más independiente y didáctica”.
Además, en los últimos años, el aumento de las ciclovías en muchas ciudades ha incentivado a más personas a optar por este medio de transporte, transformándolo en una alternativa práctica y sostenible.
Recibir una bicicleta como regalo navideño también implica una responsabilidad: garantizar la seguridad al usarla. Según Boten, el casco es el accesorio principal y obligatorio para cualquier ciclista, especialmente los niños. “Lo que se exige es el casco, es lo principal en el ciclista. Para los niños, además del casco, están los accesorios como rodilleras, coderas y guantes, que, aunque no son obligatorios, siempre son recomendables”.
El uso adecuado de estos implementos de seguridad no solo protege a los pequeños de posibles accidentes, sino que también les enseña la importancia del autocuidado desde temprana edad.
La expansión de las ciclovías en diferentes ciudades ha motivado a más personas a utilizar bicicletas como medio de transporte diario. En este contexto, Boten resalta la necesidad de fomentar una convivencia armónica entre ciclistas, peatones y conductores: “Con las nuevas ciclovías, debe haber una conducta responsable de ciclistas, peatones y automovilistas. Aunque es un proceso de adaptación, cada vez más personas se animan a usar bicicletas gracias a estas vías exclusivas”.
Año tras año, las bicicletas siguen ocupando un lugar especial en las cartas al Viejito Pascuero, demostrando que, aunque los tiempos cambien, los clásicos tienen un valor especial que perdura. Este regalo no solo ofrece diversión, sino también la oportunidad de crear hábitos saludables y explorar el mundo sobre dos ruedas.