Desde el pasado sábado, la empresa Vía Alerce asumió la operación del sistema de locomoción mayor en Punta Arenas, marcando el inicio de una nueva etapa que busca mejorar el servicio de transporte público en la ciudad. Aunque todavía es temprano para hacer balances definitivos, el seremi de Transportes y Telecomunicaciones destacó que ya se observa un avance positivo en algunos aspectos.
De los 67 buses traspasados a Vía Alerce, actualmente entre 30 y 35 unidades están en circulación. Según el seremi de Transportes, el sistema implementado consiste en operar desde un terminal central, desde donde las micros realizan recorridos constantes para cubrir la demanda.
Sin embargo, la flota enfrenta limitaciones. Tres buses son considerados pérdida total, mientras que el resto requiere reparaciones que podrían demorar días o semanas, dependiendo de la magnitud de los daños. Se proyecta que el trabajo de reacondicionamiento de los buses se extenderá hasta marzo de 2024.
A pesar del cambio de operador, los usuarios aún enfrentan dificultades significativas, como largos tiempos de espera que varían entre 5 minutos y más de una hora y media. Este factor sigue siendo un tema crítico, ya que afecta directamente a quienes dependen del transporte público para sus actividades diarias.
El objetivo principal de la nueva administración es superar las deficiencias del sistema anterior y garantizar un servicio más eficiente. No obstante, para lograrlo, será clave agilizar las reparaciones de los buses inactivos y ajustar las frecuencias para responder mejor a la demanda.
El desafío para Vía Alerce y las autoridades regionales será implementar soluciones rápidas y sostenibles para consolidar las mejoras prometidas en el sistema de transporte público de Punta Arenas. Mientras tanto, los usuarios esperan que el servicio se estabilice y cumpla con los estándares necesarios para satisfacer sus necesidades diarias.