Ubicado en la boca oriental del Estrecho de Magallanes, al noroeste de Tierra del Fuego, el Faro Cabo Espíritu Santo ha sido una presencia constante desde su construcción en 1968. Desde 1978, esta repartición ha sido habitada de forma permanente por personal farero junto a sus familias, marcando presencia en uno de los rincones más aislados del país.
Actualmente, el Cabo Segundo Faro Set Reyes y su esposa, Francisca Parada, son quienes custodian este punto estratégico, enfrentando las condiciones extremas del viento y la soledad, mientras mantienen una labor clave: ejercer soberanía efectiva en territorio fueguino y guiar a los navegantes que cruzan una de las rutas marítimas más relevantes del mundo.
La vida en el faro es silenciosa, marcada por la rutina, el aislamiento y el contacto con la inmensidad del paisaje austral. Este reportaje retrata parte de la experiencia de esta familia, que entre labores técnicas y momentos de introspección, mantiene vivo el espíritu de servicio y compromiso en uno de los lugares más apartados de la Región de Magallanes y Antártica Chilena.