Seis meses después del devastador invierno de 2024 en Punta Arenas, los residentes del pasaje 6 de la Prolongación Capitán Guillermos aún enfrentan las consecuencias de los anegamientos causados por las intensas lluvias y las características del terreno. Lo que en su momento fueron soluciones temporales, como el apoyo de Bomberos para drenar el agua, hoy deja entrever la necesidad de medidas definitivas.
Blanca Velázquez, una de las vecinas más afectadas, describe su situación como insostenible. "Llevo un año y cuatro meses viviendo así. El patio trasero sigue lleno de agua; las bodegas están anegadas, y el olor es insoportable. Perdí todo: muebles, electrodomésticos y parte de mi casa. Es una pesadilla que parece no tener fin," relata Blanca con evidente desesperación.
El terreno donde se encuentran las viviendas se ha transformado en un pantano, con galpones inundados y hasta restos de animales muertos entre el lodo y la maleza.
La principal problemática, según los vecinos, es la falta de un sistema adecuado de drenaje que permita evacuar el agua acumulada. "Aquí siempre pasó agua, pero nunca nos inundamos antes. Esto es primera vez. La solución sería instalar tuberías para drenar hacia atrás, mientras se construye una alcantarilla definitiva, lo cual puede tardar años," agrega Blanca.
A pesar de las visitas de diversas autoridades y organismos, los vecinos denuncian la falta de acciones concretas debido a que el terreno afectado es considerado privado, lo que ha retrasado las intervenciones.
Aunque aún faltan varios meses para la próxima temporada invernal, los plazos para implementar soluciones estructurales parecen insuficientes. Los residentes temen enfrentarse nuevamente a las inundaciones y perder aún más.
La situación pone de manifiesto la urgencia de coordinar esfuerzos entre las autoridades municipales y regionales para atender esta problemática que afecta no solo a la calidad de vida de los residentes, sino también a su salud y seguridad.
Los vecinos del pasaje 6 hacen un llamado urgente a las autoridades para que se implementen soluciones definitivas que eviten nuevos episodios de anegamientos y pérdida de bienes.
Mientras tanto, el pantano en que se han convertido sus patios sigue siendo un recordatorio de que, en este rincón de Punta Arenas, el invierno pasado aún no termina.