En una jornada clave para Nova Austral, la última junta de acreedores que definiría el destino de la salmonicultora fue pospuesta, generando expectación sobre su futuro. La nueva fecha fijada para esta decisión trascendental es el 17 de enero, día en el que los acreedores se reunirán para votar la propuesta final que determinará si la empresa logra una reorganización que le permita continuar operando.
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Durante la reunión de acreedores, se anunció la aprobación de una extensión del plazo para la votación final de la propuesta de reorganización. Este aplazamiento se debe a la necesidad de continuar negociando detalles cruciales del acuerdo, especialmente con los proveedores de alimento y la Tesorería General de la República.
La decisión de reorganización de Nova Austral tiene un impacto directo en la estabilidad laboral de Porvenir, ya que gran parte de los empleos en la zona dependen de la salmonicultora. La incertidumbre persiste hasta la nueva fecha límite del 17 de enero, mientras sindicatos y empleados aguardan con expectación el desenlace de las negociaciones.
