El Restaurante Coirón, ubicado en el Hotel Las Torres en el Parque Nacional Torres del Paine, ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad al implementar una innovadora línea de producción basada en la economía circular. Este proyecto, liderado por el chef Joaquín Pitta, busca reducir el impacto ambiental al reutilizar gran parte de los desechos orgánicos generados en las cocinas del hotel.
La iniciativa, que ha sido impulsada por un equipo comprometido con la sostenibilidad, incluye la transformación de restos de alimentos en productos útiles y compostables. Uno de los ejemplos más destacados es el uso de cáscaras de huevo, que tras ser molidas y mezcladas con un aglutinante a base de algas, se convierten en bio-cerámicos. Estos materiales, completamente biodegradables, se emplean en la fabricación de pocillos que son utilizados en el restaurante.
Francisca Guzmán, encargada de las iniciativas sostenibles del hotel, explica que este proceso no solo se limita a las cáscaras de huevo. Otros desechos como las cáscaras de vegetales, papas, zanahorias, café, y betarragas, también se reutilizan para crear bio-cueros, que pueden ser flexibles o rígidos según el tamaño de las partículas de desecho utilizadas.
El aglutinante a base de algas asegura que los productos finales sean 100% compostables, lo que permite que, en caso de deteriorarse, los bio-materiales puedan ser reintegrados al ciclo natural sin generar desechos.
En la última temporada, el Hotel Las Torres consumió aproximadamente 120.000 huevos, generando cerca de 900 kg de cáscaras que, gracias a esta iniciativa, ahora son reutilizados en lugar de desecharse.
El sous-chef Felipe Reyes también ha explorado otras formas de dar una "segunda vida" a los desechos vegetales, convirtiendo restos de zanahorias en shots para acompañar platos, transformando cáscaras de cebolla en polvos y utilizando frutas para crear vinagres.
El chef Pitta destacó el compromiso del equipo con el entorno: “Trabajar en un lugar como el Parque Nacional Torres del Paine nos impulsa a ser más conscientes y a devolver al entorno parte de lo que nos brinda”. Con estos primeros prototipos, el Restaurante Coirón demuestra que la sostenibilidad no solo es posible, sino esencial en la alta cocina.