El Hospital Clínico Magallanes amaneció enlutado con trabajadores de la salud protestando en contra de los masivos despidos de 6,300 funcionarios COVID, notificados en la región de Punta Arenas, donde 26 personas dejarán sus funciones antes del 31 de octubre.
Los manifestantes se unieron al paro nacional en curso, una respuesta a la decisión de desvincular a estos trabajadores tras el levantamiento de la alerta sanitaria. La presencia de los empleados de la salud en el hospital con bolsas negras en señal de luto simboliza su preocupación por la situación.
Los trabajadores argumentan que estos despidos afectan negativamente la atención óptima a los pacientes y han llevado su protesta a nivel nacional. La movilización se extenderá hasta el 3 de octubre y se están llevando a cabo conversaciones a nivel central con las autoridades para determinar el futuro de esta huelga.
