El Tribunal Oral en Lo Penal de Quillota, en la región de Valparaíso, condenó a un individuo a 20 años de prisión tras ser hallado culpable de abusar y violar a la hija de su pareja desde que esta tenía 11 años.
El caso salió a la luz gracias a que la menor registraba los abusos en su diario de vida, el cual fue encontrado abierto.
Detalles de los abusos cometidos
Durante el juicio, la Fiscalía reveló que los abusos se prolongaron por más de tres años en diferentes domicilios. La fiscal de Quillota, Gabriela Fuenzalida, especializada en delitos sexuales, declaró: "entre aproximadamente el mes de febrero de 2015 y hasta el mes de mayo de 2019, en días no determinados, mientras la niña se encontraba junto al conviviente de su madre, a quien la menor veía como su padre".
Fuenzalida detalló que los abusos ocurrieron "en algunas ocasiones en el domicilio que compartían juntos, en otras ocasiones en el domicilio de la madre del imputado, en otras veces en el domicilio del padre del imputado y además en el domicilio que la madre de la niña tenía en Concón".
"En muchas ocasiones el imputado estaba bajo el cuidado de la niña, ya que la madre trabajaba por sistema de turnos", agregó la fiscal, señalando que fue en ese contexto donde "comenzó a ejecutar actos de significación sexual".
Cómo se descubrió el abuso
La fiscal indicó que la niña "no de manera espontánea, sino que quizás como una manera de pedir auxilio, deja un diario de vida abierto para que éste sea encontrado y se lean frases que ella iba escribiendo de lo que iba pasando con su agresor que era el conviviente de su madre a esa fecha, a quien ella lo consideraba su papá".
El tribunal valoró la prueba testimonial, pericial y documental presentada, destacando especialmente "la declaración de la afectada (…), toda vez que, si bien se evidenció una fuerte ansiedad al prestar declaración, se expresó con toda seguridad, explícita, detallada y convincente, evidenciando un correlato corporal y emocional concordante con lo que iba expresando; se consideró, además, fue sincera en su declaración, teniendo especialmente presente que la develación se produjo a causa de un descubrimiento de un tercero".
La condena impuesta al agresor
En consecuencia, el tribunal confirmó los hechos y sentenció al acusado a 20 años de presidio mayor en su grado máximo, por los delitos de abuso sexual reiterados y violación reiterada. A pesar de su previa buena conducta, el condenado deberá cumplir la sentencia de forma efectiva, sin derecho a pena sustitutiva.
