Con la llegada de las bajas temperaturas, muchas familias incrementan el uso de calefacción en sus hogares. En este contexto, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) ha emitido una serie de recomendaciones para utilizar los energéticos de forma segura, previniendo posibles riesgos que podrían afectar tanto a las personas como a sus bienes materiales.
Para aquellos que necesiten adquirir una nueva estufa a gas o un calefactor eléctrico, la SEC recomienda realizar la compra en comercios establecidos y asegurarse de que el producto cuente con el SELLO SEC. Este distintivo garantiza que el artefacto ha sido sometido a rigurosas pruebas de seguridad.
En caso de que ya exista una estufa en la vivienda, es esencial realizar una mantención adecuada a través del servicio técnico autorizado por la marca. Además, si se necesita conectar un artefacto eléctrico a un alargador o “zapatilla”, este también debe poseer el SELLO SEC y no debe sobrecargarse.
Desde la SEC enfatizaron: “Las y los usuarios son los primeros llamados a implementar estas medidas de autocuidado dentro de sus hogares, de manera de prevenir situaciones de potencial riesgo. Por ello, estas recomendaciones buscan orientar a la comunidad para que pueda usar de forma segura la electricidad y el gas, especialmente en momentos donde las bajas temperaturas hacen que aumente su consumo”.
En el caso del gas natural, es crucial que las instalaciones interiores tengan su inspección periódica al día o Sello Verde OK. Esto ayuda a prevenir incidentes como explosiones por acumulación de gas o problemas relacionados con la presencia de monóxido de carbono. Cualquier cambio o reparación en las redes de gas debe ser realizado por instaladores autorizados por la SEC.
La SEC subrayó la importancia de mantener un suministro de gas seguro en el hogar, destacando que “contar con un suministro de gas seguro al interior de los hogares de la región implica no sólo que las y los usuarios mantengan en buen estado sus instalaciones, sino también una correcta ventilación de las casas. Esto busca evitar que se registren episodios vinculados a la presencia de monóxido de carbono, gas que se genera durante la combustión, que no tiene olor y que, en caso de intoxicación, puede generar síntomas como dolores de cabeza, mareos, náuseas o debilitamiento general e incluso la muerte”.