En un histórico combate, el luchador nacional Yasmani Acosta venció al chino Linzghe Meng con un marcador de 1 a 1, asegurando su pase a la gran final de la categoría. A pesar de empatar, Acosta se benefició de haber sido el último en anotar un punto, una regla que le permitió avanzar en la competición.
El destacado representante del Team Chile se llevó la victoria luego de que ambos luchadores recibieran una penalización por pasividad. Durante los últimos dos minutos del combate, Acosta logró resistir los ataques del asiático, asegurando su lugar en la final.
Este triunfo tiene un significado especial para Acosta, quien en Tokio 2020 quedó a las puertas del podio, alcanzando el cuarto lugar. La victoria sobre Meng representa una redención y una nueva oportunidad para alcanzar el oro olímpico.
En la final, Acosta se enfrentará a una leyenda de la lucha grecorromana: el cubano Mijaín López, cuatro veces campeón olímpico y gran referente del luchador chileno. "Es el mejor luchador del mundo. Es a quien más admiro de todos los atletas. Es mi amigo y además mi rival, pero arriba del colchón vamos a darlo todo", comentó Acosta a Chilevisión tras su victoria.
Acosta también reflexionó sobre su trayectoria y esfuerzo: "El sueño se dio nueve años después de que salí de Cuba, con sacrificio constante y trabajando duro, y aquí estoy, en una final olímpica. Siento que me queda aún mucho más por dar, me gusta seguir creciendo, como atleta y persona".