El fin de noviembre trae consigo un panorama de incertidumbre laboral en diversas instituciones públicas, siendo la Universidad de Magallanes (UMAG) uno de los casos más críticos, con la desvinculación de 36 trabajadores debido a su grave déficit financiero. Sin embargo, en otros servicios públicos, la situación parece ser más contenida.
La UMAG enfrenta una severa crisis financiera que ha llevado a tomar medidas drásticas, incluyendo el despido de decenas de trabajadores, lo que ha generado preocupación y malestar en la comunidad universitaria. La medida, según las autoridades de la universidad, busca paliar el déficit económico, pero ha sido duramente criticada por trabajadores y sindicatos.
En contraste, en el ámbito de los servicios públicos, el número de despidos o no renovaciones de contratos ha sido menor en comparación con el año pasado. Según Evelyn Córdova, presidenta de la ANEF Magallanes, la situación actual refleja una mayor estabilidad: "a comparación del año pasado, este año tenemos menos desvinculaciones. Como ANEF estamos tranquilos porque, al menos en la Delegación Presidencial, nos aseguraron que no habría muchas no renovaciones, y hasta ahora han cumplido con su palabra."
Hasta el momento, la ANEF ha registrado entre 4 y 5 desvinculaciones dentro de los servicios que agrupa, cifra significativamente inferior a la de años anteriores.
Pese a la relativa calma, la ANEF sigue monitoreando las situaciones de los trabajadores afectados para evitar despidos injustificados. "estamos revisando los antecedentes de estas no renovaciones para solicitar reconsideraciones si es necesario. Aunque la situación es menos preocupante que en 2023, debemos estar atentos a lo que pueda suceder en el futuro con las directrices de Contraloría," señaló Córdova.