Una preocupante situación se registra desde hace más de dos meses en el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo de Punta Arenas, donde una mujer de la tercera edad ha hecho del terminal aéreo su lugar de residencia.
Según relatan locatarios y trabajadores del recinto, la mujer pasa sus días recorriendo las instalaciones, compra café y galletas en las tiendas del lugar, conversa con pasajeros y en las noches duerme en la sala de descanso destinada para viajeros. Aseguran que, aunque la mayor parte del tiempo se muestra tranquila y amable, también ha tenido episodios de comportamiento alterado. “Ella se la pasa rondando por acá. A veces ha querido entrar a nuestro local, pero como deja cosas abandonadas y es un tema delicado con la DGC, preferimos que no ande tanto por acá”, comentó Yecsi Marín, trabajadora de una cafetería del aeropuerto. “Es conversadora, dice que está buscando a un hijo extraviado, pero a veces se pone un poco alterada”.
La presencia prolongada de la mujer en el terminal ha generado preocupación entre los locatarios, tanto por su vulnerabilidad como por los episodios más disruptivos que ha manifestado cuando se le intenta brindar ayuda.
Desde una tienda de souvenirs, Constanza Peña, vendedora y cajera, señaló que la adulta mayor maneja dinero en efectivo y ha comprado productos regularmente: “Siempre está paseando por el aeropuerto y duerme aquí. Antes pagaba con tarjeta, pero luego comenzó a usar efectivo. Según lo que se comenta, su sobrino le envía dinero. Además, algunos días almuerza en Zona Franca y se traslada en taxi”.
A pesar de la situación, las autoridades aeroportuarias no han emitido declaraciones ni han tomado medidas respecto a este caso. En tanto, al ser consultada por el equipo de prensa de ITV Noticias, la mujer mencionó que proviene de Osorno y que está esperando regresar a su ciudad natal.
Mientras tanto, su situación sigue sin una solución clara, y su presencia en el aeropuerto se ha vuelto parte de la rutina diaria del terminal aéreo más austral del país.
