Durante la madrugada de este miércoles, Punta Arenas vivió su primera nevada del año, con una acumulación de 3 centímetros y una temperatura mínima de 0,2 grados Celsius. Pese al fenómeno, la ciudad funcionó con total normalidad, gracias a la activación oportuna de los equipos municipales.
Desde las primeras horas del día, camiones saleros recorrieron las rutas más transitadas, permitiendo que la movilidad urbana no se viera interrumpida. El operativo se centró especialmente en los sectores periurbanos de mayor densidad poblacional, como Pampa Redonda y Villa Generosa, donde se desplegaron maquinarias para despejar calles y aplicar sal.
Según explicó Sonia Vargas, directora de Gestión del Riesgo de Desastre del municipio, los equipos “se encontraban preparados desde temprano para iniciar labores de despeje y esparcido de sal en las vías, lo que permitió una acción inmediata en cuanto comenzó la acumulación de nieve”.
Vargas también destacó la coordinación con dirigentes vecinales, quienes informaron oportunamente a los vecinos sobre el evento climático. “Hubo comunicación previa con los dirigentes para que informaran a sus comunidades y tomaran las precauciones necesarias, permitiendo programar con tiempo la salida hacia los lugares de trabajo”, señaló.
Aunque el paisaje blanco ofreció una postal invernal breve, no se esperan nuevas precipitaciones de nieve en los próximos días. Sin embargo, el pronóstico anticipa vientos intensos que podrían generar marejadas en el borde costero, por lo que se recomienda precaución en esas zonas.
Desde el municipio se informó que los equipos de emergencia y vialidad mantendrán la vigilancia ante posibles nuevas precipitaciones durante el mes de junio, en el que históricamente se registran mayores eventos de nieve en la región.
