La presencia de perros en áreas protegidas se ha convertido en una preocupación recurrente, especialmente durante la temporada estival. Esta problemática no solo afecta la biodiversidad, sino que pone en alerta a expertos en conservación, quienes han identificado la relación entre el turismo y la entrada de perros en ecosistemas prístinos.
Un estudio liderado por Elke Schüttler, académica de la Universidad de Magallanes, analizó el comportamiento de perros en la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos. La investigación incluyó 81 cuestionarios a turistas no residentes de Isla Navarino y el uso de cámaras trampa para monitorear senderos turísticos durante un mes de temporada alta.
Resultados principales:
- Un tercio de los turistas fue seguido por perros durante hasta 4 días.
- El 39% de los entrevistados reportó haber visto perros sueltos en la reserva.
- Las cámaras captaron 53 secuencias independientes de perros, registrando 32 individuos y más de 14 perros no identificados; solo uno llevaba correa.
- Se detectó una frecuencia de un perro por cada 28 turistas.
La académica Schüttler destacó que los turistas, aunque involuntariamente, actúan como facilitadores del ingreso de perros. Estos animales, en su mayoría sin supervisión, suelen cazar fauna doméstica y silvestre, como se evidenció en registros donde un perro fue fotografiado llevando un caiquén vivo en su boca.
Estudios previos de Schüttler muestran que los perros pueden recorrer distancias de hasta 28,4 km en el extremo sur de Chile, cifras superiores a las registradas en otras regiones del país y en países como Australia. Según Jaime Jiménez, académico de la Universidad de North Texas y coautor del estudio, esta capacidad de desplazamiento se debe al instinto natural heredado de sus ancestros, los lobos. Aunque domesticados, los perros mantienen su tendencia a cazar y explorar, lo que los lleva a ingresar a áreas protegidas, ricas en fauna silvestre.
Los autores del estudio subrayan la necesidad de involucrar al sector turístico en las estrategias de conservación, destacando la importancia de:
- Promover la tenencia responsable: Fiscalizar el cumplimiento de la Ley Cholito, que regula el control y cuidado de mascotas en Chile.
- Educar a turistas y comunidades locales: Crear conciencia sobre el impacto de los perros en la biodiversidad y fomentar prácticas responsables.
- Fortalecer la fiscalización en áreas protegidas: Implementar restricciones al ingreso de perros y monitorear su movimiento.