El día de ayer, Chile vivió un apagón masivo que dejó a cuatro millones de hogares sin electricidad desde Arica hasta Los Lagos. Durante más de cinco horas, el país quedó sumido en la oscuridad, afectando el funcionamiento del Metro de Santiago, interrumpiendo hospitales y servicios esenciales, e incluso obligando a cancelar el Festival de Viña del Mar.
El Ministro de Energía, Diego Pardow, explicó que la falla se produjo por incumplimientos en los protocolos de distintas empresas privadas. "Vamos a buscar a los responsables y hacer valer las sanciones con la severidad que exige la indignación de la ciudadanía", afirmó.
Mientras la mayoría del país quedó a oscuras, en Magallanes la electricidad siguió funcionando con normalidad. Según explicó César Barrientos, subgerente de operaciones de Edelmag, la razón es simple: la región posee un sistema eléctrico aislado.
"Nosotros somos un sistema mediano e independiente, con generación, transmisión y distribución separadas del Sistema Eléctrico Nacional. El apagón que afectó al resto del país no tuvo ningún impacto en nuestra región", señaló Barrientos.
Magallanes depende de hidrocarburos, gas natural y diésel para la generación de energía, lo que la hace menos vulnerable a fallas en la red eléctrica nacional. Además, la empresa Edelmag cuenta con planes de contingencia para enfrentar posibles emergencias eléctricas en la zona.
La empresa transmisora ISA Interchile informó que la falla fue resuelta en 44 minutos, pero el país continuó sin electricidad por varias horas. Este hecho ha generado cuestionamientos sobre la vulnerabilidad del sistema eléctrico nacional y la demora en la reposición del servicio.
En medio de la incertidumbre que vive el resto del país, en Magallanes el suministro se mantuvo estable, confirmando una vez más la ventaja de contar con un sistema eléctrico independiente. Por estas y muchas otras razones, qué bueno es ser magallánico.