Este miércoles 25 de diciembre, en pleno feriado irrenunciable para el comercio, los almacenes de barrio atendidos por sus propios dueños se convirtieron en la principal opción para quienes necesitaban abastecerse. Entre los productos más buscados destacaron el pan, carbón y bebidas, esenciales para las celebraciones navideñas y reuniones familiares.
Propietarios de locales señalaron que este tipo de feriados genera un aumento en la demanda, ya que los supermercados permanecen cerrados, dejando a los pequeños negocios como la alternativa principal para la comunidad.
Se espera que una situación similar se repita el próximo 1 de enero, cuando nuevamente los supermercados cerrarán sus puertas, y los almacenes de barrio se preparan para seguir atendiendo las necesidades de sus vecinos.