Hace unos días, informamos sobre el creciente malestar entre los residentes debido a la problemática de los perros en la ciudad de Punta Arenas. En conversaciones recientes con la Secretaría Regional de Salud, se reveló que en lo que va del año 2023 se han registrado alarmantemente 700 casos de mordeduras de perros notificadas en la región.
La situación de los miles de canes que deambulan diariamente por las calles de Punta Arenas ha generado inquietud y molestia en la comunidad local. Los vecinos expresan preocupación por el riesgo que estos animales podrían representar para la seguridad pública.
Para obtener una perspectiva más clara sobre cómo se aborda esta problemática, ITV Patagonia contactó a la Secretaría Regional de Salud. Sin embargo, se confirmó que la seremi de salud no tiene jurisdicción sobre asuntos relacionados con perros en espacios públicos, excepto en casos de mordeduras. En estos incidentes, se encargan de intervenir. La responsabilidad de abordar la situación en su conjunto recae en el municipio.
La Dra. Denisse Ormazábal, Médico Veterinario de la Unidad Zoonosis de la Seremi de Salud, proporcionó datos esenciales sobre la magnitud del problema. Hasta el mes de agosto, se han reportado un total de 700 mordeduras, algunas de las cuales involucran a animales no identificables y perros callejeros. La Dra. Ormazábal compartió que el año anterior, hasta diciembre de 2022, se registraron mil mordeduras en total. Este año, con 700 casos hasta agosto, es probable que la cifra final sea aún mayor.
Desde el ámbito de la salud, se hace un llamado a la conciencia de los dueños de mascotas. Es fundamental que se aseguren de cuidar adecuadamente a sus animales, implementando medidas como el uso de collar, correa y bozal al sacar a pasear a los perros. Asimismo, se insta a que cada salida esté supervisada por un adulto responsable. Mantener las vacunas de los perros al día también es crucial para prevenir problemas de salud y potenciales incidentes en la comunidad.
La situación de los perros en Punta Arenas es una cuestión que requiere una colaboración efectiva entre las autoridades municipales y los propietarios de mascotas, con el objetivo de garantizar la seguridad y tranquilidad de todos los residentes.
