En medio de una de las semanas más difíciles, Aguas Magallanes se esfuerza por mantener la estabilidad en sus operaciones en Punta Arenas. La localidad ha registrado un alto número de roturas de cañerías y medidores, aproximadamente 4.500 hasta la fecha, principalmente debido a la falta de protección térmica en los domicilios.
En condiciones normales, la planta de producción de Punta Arenas produce 32 millones de litros de agua al día. Sin embargo, actualmente está produciendo 55 millones de litros diarios, lo que indica una pérdida aproximada de 23 millones de litros cada día a causa de roturas y filtraciones.
"Esto provoca un desbalance en la producción, puesto que la capacidad para producir agua es finita. Entonces hay que preguntarse: ¿qué pasa cuando sumamos el consumo y las pérdidas, frente a la capacidad de producir agua potable? Por ello, y teniendo muy presente lo molesto que es para la comunidad, fue necesario realizar cortes de suministro, como una forma de contener y equilibrar estos niveles de nuestros estanques," explicó Christian Adema Galetovic, gerente regional de Aguas Magallanes.
Un gran contingente de profesionales, técnicos, administrativos y cuadrillas en terreno está trabajando en todos los frentes necesarios para enfrentar la emergencia que afecta a la región. "Nuestras cuadrillas se encuentran operativas 24/7; hemos redoblado los turnos y se han cambiado cerca de mil medidores. Hemos dispuesto gradualmente 40 puntos de abastecimiento alternativo en diversos sectores de Punta Arenas, lo que significa cerca de 75 mil litros diarios de agua potable," detalló Adema.
El ejecutivo también destacó que la región atraviesa una emergencia climática importante. "La protección térmica es fundamental y por lo mismo tanto en nuestras casas, oficinas, establecimientos educacionales y toda la infraestructura de la ciudad, debe prepararse para estos eventos," indicó. Adema precisó que, “por la condición de Magallanes de ser zona extrema y de aislamiento, en Aguas Magallanes contamos con stock, materiales y equipamiento sanitario, lo que nos permite estar preparados y enfrentar con relativa holgura distintas emergencias”.
El 40% de los llamados a Aguas Magallanes obedece a problemas generados al interior de los domicilios y un 50% a medidores sin protección térmica. “Una de las claves para evitar el congelamiento es que la instalación de cañerías debería estar a 80 centímetros de profundidad y los medidores instalados con su correspondiente protección térmica. Sabemos que estas son las condiciones técnicas ideales, y por lo mismo, el llamado es a extremar las medidas en las condiciones actuales. Debemos aprender de cada emergencia, estar alerta y ser previsores. El invierno recién está comenzando, entonces la pregunta que surge para cada vecino y vecina es: ¿cómo nos preparamos hoy en caso de vernos enfrentados nuevamente a una ola polar?” concluyó Adema.