La tarde de este martes, la población Archipiélago de Chiloé en Punta Arenas fue el punto de partida de una emotiva jornada navideña protagonizada por el cantante Pailita, hijo ilustre de la ciudad. El artista recorrió las calles desde el sur al norte, repartiendo juguetes y momentos de felicidad a los niños y niñas de la región.
Este gesto solidario fue anunciado previamente a través de las redes sociales de Pailita, quien invitó a las familias a participar en su recorrido. A bordo de un camión repleto de regalos, y escoltado por Carabineros, el cantante cumplió su compromiso de compartir con su comunidad en estas fiestas.
El artista, conocido por su cercanía con la gente, recordó su infancia en la población y las dificultades que vivió. "Yo sé lo que es tener y no tener. Me crié acá en la población. Cuando era pequeño, con suerte alcanzábamos para la cena con mi familia. Hay muchos niños que se alegran con un pequeño gesto, y si puedo hacer esto, estoy feliz y contento," expresó Pailita mientras entregaba regalos.
Además, añadió: "La idea es ir repartiendo y compartiendo con los niños, darles una tarde agradable y pasarla bien juntos."
La iniciativa fue recibida con entusiasmo por los habitantes de Punta Arenas
Una vecina destacó: "Es genial, muy bacán que haga esto por los niños de acá. Mi hermano estaba feliz, Pailita siempre se acuerda de su gente."
Otra vecina comentó emocionada: "Súper lindo que se acuerde de los chicos de su región. Los niños quedan felices con un pequeño regalo o un saludo. Se agradece mucho su generosidad con Punta Arenas."
Al finalizar su recorrido, Pailita envió un mensaje de amor y cuidado a la comunidad: "Quiero desearles una feliz Navidad a todos los magallánicos. Disfruten con sus familias, que es lo más importante. Y recuerden, si van a tomar, no conduzcan. Cuídense mucho y bendiciones."
Este no es el primer gesto solidario del cantante magallánico. Pailita ya había sorprendido con iniciativas similares en otras ciudades del país, como Puerto Montt, donde también repartió regalos y compartió tiempo con los vecinos.
La jornada en Punta Arenas fue una muestra más de amor, esperanza y generosidad, que dejó huella en los corazones de cientos de niños y sus familias.