En la región de Magallanes, los casos de femicidio han ido en aumento, impulsados en parte por cambios en la tipificación legal de delitos asociados a la violencia contra las mujeres. Este fenómeno refleja una nueva mirada del Ministerio Público, que ha comenzado a calificar como femicidios tentados o frustrados hechos que anteriormente eran tratados solo como lesiones.
A nivel nacional, el promedio de femicidios consumados entre 2018 y 2024 es de 20,5 casos anuales, mientras que en Magallanes, si bien aún no se han registrado femicidios consumados en 2024, sí ha habido un alza en los casos calificados bajo esta figura legal.
La fiscal del Ministerio Público, Johanna Irribarra, explicó que esta alza responde a un cambio en el enfoque institucional: “La tipificación de la violencia contra la mujer ha ido cambiando y esto tiene mucho que ver con la mirada que el Ministerio Público está teniendo respecto a la violencia que se ejerce contra la mujer. Lo que antes era considerado simplemente como lesiones, actualmente, si hay un intento homicida por parte del imputado, lo calificamos como femicidio, sea en su carácter tentado o frustrado”, señaló.
Además, Irribarra destacó que muchas de las agresiones recientes presentan patrones de estrangulamiento, una forma de violencia física particularmente grave que está siendo evaluada con mayor rigurosidad a la luz de la Ley de Equidad de Género y la nueva Ley de Violencia Integral, promulgada en 2024: “Hemos tenido un aumento en la tipificación de estos delitos. Es una mirada distinta que el Ministerio Público y la Fiscalía de Chile están adoptando, lo que va también de la mano con la ley de violencia integral”.
Desde el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG) en Magallanes, su directora, Pamela Leiva, recordó que existen múltiples redes de apoyo para mujeres que han sido víctimas de violencia, tanto en su fase inicial como en etapas más complejas. “Existen tres Centros de la Mujer en la región, ubicados en Punta Arenas, Puerto Natales y Porvenir, donde se entrega una primera acogida, además de atención social, legal y psicológica. Lo que antes se conocía como casas de acogida, hoy se llaman residencias transitorias, que son lugares de protección para víctimas de violencias graves y extremas, junto a sus hijos e hijas menores de edad”.
Asimismo, desde SernamEG se reiteró que las mujeres que lo necesiten pueden acceder a representación jurídica en procesos legales relacionados con la violencia que hayan vivido.
Este fortalecimiento del enfoque jurídico y social busca no solo sancionar de forma adecuada la violencia de género, sino también proteger y acompañar integralmente a las víctimas, dando una señal clara sobre la urgencia de erradicar estas agresiones.
