Con un balance altamente positivo, Aguas Magallanes destacó el impacto de la práctica profesional no convencional realizada por dos estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad de Magallanes (UMAG), quienes fortalecieron las actividades educativas de la sanitaria en jardines infantiles y primeros ciclos de enseñanza básica.
Se trata de Amira Burgos Uribe y Karina Jeria Mella, quienes durante tres meses participaron activamente en la implementación y mejora metodológica de las charlas educativas sobre el ciclo del agua, promoviendo un enfoque lúdico y didáctico para el cuidado del recurso hídrico y el respeto por el medio ambiente.
El gerente regional de Aguas Magallanes, Christian Adema Galetovic, valoró la colaboración de las estudiantes: “Enseñar de manera lúdica y didáctica cuáles son las fuentes de agua cruda y el complejo proceso de producción y depuración, entre otras materias, ha sido un invaluable aporte de las estudiantes. Sin duda, esta experiencia fortalece nuestro compromiso con la educación ambiental”.
Desde la academia, la jefa de carrera de Educación Parvularia de la UMAG, Carola Ulloa Andrade, destacó la relevancia de esta instancia formativa para las futuras educadoras: “Sin duda es una experiencia significativa que no solo ha dejado un aprendizaje en los niños y niñas que participaron, sino también ha sido clave para nuestras estudiantes, quienes vivenciaron la educación en contextos reales y comunitarios. Agradecemos a Aguas Magallanes por esta valiosa oportunidad”.
Durante este proceso, más de 500 niños y niñas participaron en jornadas educativas organizadas por Aguas Magallanes, las que incluyeron ferias temáticas y actividades interactivas.
Las estudiantes también valoraron la experiencia desde una perspectiva personal y profesional. “Todo el proceso de recolección del agua es algo que no conocía; ahora soy realmente consciente del cuidado que debemos darle a este recurso”, señaló Amira Burgos.
Por su parte, Karina Jeria indicó que “me llamó mucho la atención el compromiso de las personas que trabajan en Aguas Magallanes y cómo logran llevar agua potable a toda la ciudad. Fue una experiencia transformadora”.
Finalmente, Adema reafirmó el valor de la infancia como agente de cambio: “Los niños son nuestros principales embajadores para el buen uso del agua. Aspiramos a que las futuras generaciones vivan en un entorno saludable y respetuoso del medio ambiente”.