Con el objetivo de fomentar la competencia, reducir los costos logísticos y fortalecer la soberanía nacional, el Gobierno ingresó al Congreso un proyecto de ley que moderniza el sistema de cabotaje marítimo en Chile. La iniciativa mantiene la reserva de esta actividad para naves chilenas, pero introduce una serie de modificaciones para hacer más eficiente y competitivo el sector, resguardando especialmente a las zonas extremas del país.
Actualmente, transportar carga entre puertos nacionales puede ser hasta 4,6 veces más costoso que rutas internacionales equivalentes, afectando seriamente la competitividad de regiones como Magallanes, donde los costos logísticos son considerablemente más altos debido a la concentración del mercado y la escasa oferta de servicios.
- Se mantiene la reserva del cabotaje para naves chilenas.
- Se modernizan las excepciones con criterios más estrictos y transparentes.
- Se eleva el umbral de licitación de 900 a 3.000 toneladas, actualizando una norma vigente desde 1979.
- Se exige tripulación 100% chilena para operaciones con naves reputadas o con opción de compra.
- Se fijan límites de eslora para impedir operaciones extranjeras en zonas sensibles del sur austral.
- Se eliminan trabas administrativas para facilitar la creación de nuevas empresas navieras en Chile.
Según estimaciones oficiales, la iniciativa permitiría reducir las tarifas entre un 19% y un 39%, lo que significaría un ahorro de hasta 245 millones de dólares anuales. Este beneficio impactaría directamente a empresas, consumidores y economías regionales.
Además, se prevé un beneficio ambiental considerable, ya que el transporte marítimo genera 70% menos emisiones de CO₂ que el transporte terrestre. En la zona norte del país, por ejemplo, el cambio modal podría reducir en hasta 64.000 toneladas anuales las emisiones de carbono.
Desde la región de Magallanes, la seremi de Economía, Fomento y Turismo, Marlene España, valoró el enfoque territorial del proyecto y destacó el trabajo coordinado para aclarar su alcance. Sostuvo una reunión con Arturo Williamson, gerente de Transmares, única empresa que actualmente realiza cabotaje en la región, concluyendo que las modificaciones propuestas no afectarían negativamente a las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
“El objetivo fue aclarar dudas sobre los cambios legislativos. Se concluyó que la zona sur austral está resguardada”, explicó España.
Por su parte, Williamson valoró la apertura al diálogo de las autoridades y sostuvo: “Estamos totalmente de acuerdo con que haya más competencia, pero siempre bajo condiciones equitativas, con las mismas reglas para todos”.
Durante la discusión del proyecto, se incorporaron mejoras clave en respuesta a las preocupaciones de diversos actores:
- Empleo nacional: se eliminó la posibilidad de tripulación extranjera.
- Protección de la marina mercante: se evita el reemplazo de naves nacionales por embarcaciones con bandera de conveniencia.
- Seguridad nacional: la Autoridad Marítima mantiene plenas facultades para restringir el tránsito de naves extranjeras en zonas estratégicas.
- Zona sur austral: se establecieron condiciones específicas que impiden recaladas extranjeras, protegiendo la realidad logística de esta parte del país.