Fue su primer encuentro con la prensa local. El obispo de Punta Arenas, Óscar Blanco, habló acerca de su llegada a la región de Magallanes.
"Estoy muy contento de estar acá, he sentido el cariño de la gente, la cercanía de ellos. Quiero agradecer esa acogida que he encontrado acá y decirles que estoy acá para ponerme al servicio de la comunidad y poder trabajar juntos en este tiempo", expresó la autoridad eclesiástica.
También conversó acerca de su metodología de trabajo, donde afirmó estará mucho en la calle.
"Una de mis características es callejear la fe, llevarla a los hogares, a las comunidades y me he propuesto eso, de poder salir y estar con la gente, con las comunidades, con mis hermanos sacerdotes, con la vida consagrada, con los agentes pastorales, trabajando juntos", agregó.
El obispo no aludió a ninguna pregunta de la prensa, incluso, se dio tiempo para hablar acerca del caso de Ricardo Harex.
"Siento que es un caso muy doloroso, es una situación que me merece todo el respeto y la preocupación, pero creo que estoy llegando, no conozco a fondo la situación, me informaré. Pero quiero decirles que está mi disposición el escuchar y colaborar en todo lo que yo pueda para que se esclarezca la verdad de esta situación difícil, dolorosa, sobre todo para su familia", afirmó monseñor Blanco.
Primera semana del nuevo obispo en Magallanes, donde quiere impregnar su sello en su llegada.
