Una investigación de la Fundación Terram revela que la empresa noruega Nova Austral habría cometido 24 infracciones a sus permisos ambientales dentro del Parque Nacional Alberto de Agostini en Magallanes. Se estima que produjeron más de 32 mil toneladas de salmones por encima de lo autorizado en 12 centros de cultivo.
Según la investigación, a pesar de que la información estaba disponible en línea, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) no detectó estas infracciones, lo que permitió a Nova Austral aumentar su producción y recibir subsidios estatales equivalentes al 20% de sus ventas desde 2001. Las infracciones ocurrieron entre 2001 y 2020, por lo que han prescrito según la Ley Orgánica de la Superintendencia del Medio Ambiente, que establece un plazo de tres años desde su comisión.
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Las sobreproducciones denunciadas podrían intensificar las acusaciones del Consejo de Estado, ya que cada evento habría generado ventas superiores a las permitidas legalmente, lo que implicaría que los subsidios otorgados fueron obtenidos fraudulentamente.
Actualmente, Nova Austral se encuentra en un proceso de reorganización judicial debido a la falta de acuerdo con sus acreedores para renegociar una deuda de $560 millones de dólares.
Las acusaciones serían antiguas y de otra administración
La empresa Nova Austral, a pesar de enfrentar denuncias, ha ofrecido una explicación a través de su equipo de prensa. "Sin embargo, es importante destacar que estas acusaciones provienen de la Fundación Terram, una ONG activista en contra de la industria salmonera en Magallanes". De acuerdo la empresa," la fundación ha llevado a cabo un estudio sesgado, utilizando datos antiguos (cuando Nova Austral era la empresa Pesca Nova) y realizando acusaciones infundadas".
“Desde hace cuatro años que Nova Austral cuenta con una administración totalmente renovada que se ha preocupado de corregir procesos y reforzar controles internos para elevar al máximo sus estándares éticos y de cumplimiento (…) Estos, y otros importantes esfuerzos operativos, le han permitido a Nova Austral recuperar las certificaciones acuícolas más exigentes de la industria (BAP y ASC), que se otorgan con auditorías externas, y que garantizan una producción de salmones con los mayores estándares medioambientales y de sostenibilidad”, concluye la empresa.