Estudio revela la relación recíproca entre aves marinas y pescadores artesanales en los canales subantárticos de Magallanes

Reciente artículo publicado en la revista científica People and Nature.

Un reciente estudio titulado "Dos lentes para explorar las relaciones entre aves marinas y pescadores: desvelando contribuciones recíprocas", liderado por el Dr. Jaime Ojeda, investigador del Laboratorio de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (LEMAS) de la Universidad de Magallanes (UMAG) y del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC), revela la compleja interacción entre las aves marinas y los pescadores artesanales en los canales subantárticos de la región de Magallanes. El estudio destaca cómo esta relación va más allá de la simple coexistencia, mostrando una serie de aportes mutuos que benefician tanto a los seres humanos como a la biodiversidad marina.

La investigación, centrada en una zona reconocida por su diversidad de albatros y petreles, utilizó una metodología combinada de enfoques etnográficos y experimentos ecológicos. Uno de los principales hallazgos es que los pescadores valoran a las aves marinas no solo como indicadores de áreas productivas para la pesca, sino también por su compañía, que hace más llevaderas las largas jornadas en el mar.

El Dr. Jaime Ojeda, Doctor en Estudios Medioambientales de la Universidad de Victoria (Canadá), señaló que "los pescadores artesanales perciben a las aves como una contribución a la limpieza del mar", refiriéndose al rol carroñero de especies como las gaviotas, petreles y albatros al alimentarse de los restos de pescado. Sin embargo, el estudio advierte que este comportamiento, beneficioso a pequeña escala, podría convertirse en una "trampa ecológica" en contextos de pesca industrial, donde las aves corren mayores riesgos de engancharse en anzuelos o redes.

El equipo de investigación destaca que estas observaciones tienen implicaciones clave para el manejo sostenible de las pesquerías artesanales. Por ejemplo, los pescadores siguen ciertos protocolos para minimizar los riesgos, como limpiar el pescado al final de la faena para evitar atraer especies más grandes como los lobos marinos. Esta interacción con las aves, basada en la reciprocidad y la conexión cultural, podría enriquecer las políticas de conservación y manejo pesquero.

Los investigadores subrayan que la relación entre los pescadores y las aves marinas refleja una conexión biocultural que, al integrarse en las estrategias de manejo pesquero, podría fortalecer tanto la sostenibilidad ambiental como la viabilidad de las comunidades locales. "En un contexto donde la pesca industrial amenaza las prácticas artesanales, preservar estos vínculos se vuelve aún más valioso", afirmaron.

Además, los hallazgos sugieren que esta relación podría ser el punto de partida para desarrollar normativas que protejan tanto a las especies en peligro como a las comunidades pesqueras. "Reconocer y fomentar estas contribuciones recíprocas puede ser clave para un manejo pesquero más holístico y sostenible en la región", enfatizan los investigadores.

Finalmente, el Dr. Ojeda añadió que, en un momento donde las políticas de pesca se ven influenciadas por las presiones económicas globales, es crucial considerar los aspectos sociales y culturales que subyacen a las prácticas pesqueras locales. "Solo así se podrá garantizar un futuro en el que tanto la biodiversidad marina como las comunidades humanas prosperen en armonía", concluyó, subrayando la importancia de asegurar el acceso de las comunidades de Magallanes a alimentos marinos como la merluza austral.

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