Desde septiembre de 2022, bajo la iniciativa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos durante el mandato del Presidente Gabriel Boric, la región de Magallanes se ha convertido en pionera al garantizar el acceso a la justicia y la defensa de los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (NNA). Esto se ha logrado mediante la labor de la línea de representación jurídica especializada de la Corporación de Asistencia Judicial "La Niñez y Adolescencia se Defienden" (NAD). Esta iniciativa se enmarca en la Ley N° 21.430, conocida como la "Ley de Garantías", que obliga al Estado a garantizar el desarrollo integral de la infancia y adolescencia.
A nivel regional, NAD atiende a un total de 1.791 causas vigentes relacionadas con NNA, donde no existe la designación de un curador ad litem, encargado de velar por la defensa jurídica de estos menores. Este programa ha sido fundamental para equilibrar la balanza en una área en la cual la sociedad estaba en deuda.
V.A.D., una madre colombiana de 38 años y residente en Punta Arenas desde hace más de seis años, es una de las muchas usuarias que han recurrido a este programa. Ella emigró a la región debido a la difícil situación económica en su país. Inicialmente, llegó sola tras una ardua travesía en bus de casi una semana, y luego de algunos meses pudo traer a sus dos hijos.
V.A.D. destaca la tranquilidad y seguridad de Punta Arenas como factores que la hicieron quedarse. Sin embargo, en su proceso de adaptación, ella y sus hijos enfrentaron un duro golpe: sufrió violencia intrafamiliar por parte de su esposo chileno y, posteriormente, descubrió que su hijo menor había sido víctima de abuso sexual en su hogar.
En esta situación de vulnerabilidad, sin un contrato de trabajo fijo y solo haciendo reemplazos, la intervención de NAD ha sido crucial. V.A.D. expresa su gratitud por el minucioso seguimiento del caso de su hijo, no solo en términos de la investigación, sino también considerando su bienestar anímico, académico y de salud. "Eso nos ha ayudado mucho", afirma.
Agradece especialmente el apoyo de los abogados Gonzalo Rojas y Eduardo Burgos, quienes han brindado un apoyo incondicional, vital para alguien sin una red de apoyo local y con recursos económicos limitados. "Nos han dado todo el apoyo incondicional, y (estamos) a la espera que el caso tenga un buen fin", concluye.