Total Eren, filial francesa de la energética global TotalEnergies, avanza en su ambicioso plan H2 Magallanes, un megaproyecto de producción de hidrógeno verde y amoníaco a gran escala que busca instalarse en la Estancia Cañadón Grande, a solo 3,5 kilómetros del Parque Nacional Pali Aike, en la Región de Magallanes, Chile. Aunque la propuesta ha sido promovida como parte de la transición energética global, las críticas no han tardado en surgir, principalmente debido al historial de su empresa matriz y la magnitud de la intervención proyectada en un territorio considerado ambientalmente frágil.
El proyecto contempla la instalación de un parque eólico de 5 GW, con 616 aerogeneradores de 8 MW cada uno, siete centros de electrólisis con capacidad de 3,85 GW, una planta desaladora permanente capaz de procesar 1.300 litros por segundo, una planta de amoníaco que podría generar hasta 10.800 toneladas diarias, un terminal marítimo y una central a gas, entre otras obras complementarias.
Esta sería la tercera mayor iniciativa de hidrógeno verde del mundo y la más grande en América Latina, despertando preocupación por el impacto ecosistémico que podría implicar en un entorno prístino y poco intervenido, donde la biodiversidad y el equilibrio ecológico son altamente sensibles.
La empresa matriz, TotalEnergies, ha enfrentado durante décadas graves denuncias por corrupción, desastres industriales, alianzas con regímenes autoritarios y daños ambientales severos. Su historial incluye:
- Violaciones de derechos humanos en África, Asia y América del Norte, con casos documentados de desplazamientos forzados, represión, tortura y explotación de tierras indígenas.
- Desastres industriales como la explosión en la planta química AZF en Toulouse (2001), el derrame del buque Erika en Francia (1999), o la fuga de gas en la plataforma Elgin en el Mar del Norte (2012).
- Sanciones internacionales por corrupción, como el pago de sobornos para obtener contratos en Irán y su participación en el escándalo del programa “Petróleo por Alimentos” en Irak.
- Demandas judiciales recientes que acusan a la compañía de negligencia climática y violaciones a la ley francesa de vigilancia empresarial en proyectos petroleros en Uganda.
Este amplio historial ha encendido las alertas en sectores ambientales y sociales chilenos, que exigen un análisis crítico del ingreso de TotalEnergies al extremo sur del continente bajo el aparente disfraz de las energías limpias.
La proximidad del proyecto al Parque Nacional Pali Aike y la escala de la infraestructura proyectada, incluyendo la construcción de una planta desaladora permanente, levantan dudas sobre su sostenibilidad hídrica, efectos en el lecho marino, el impacto acumulativo sobre la biodiversidad, así como sobre las comunidades humanas cercanas.
Además, organizaciones ambientalistas han advertido del riesgo de que la transición energética sea capturada por empresas con pasados cuestionables, y que se repliquen modelos extractivistas bajo la bandera del hidrógeno verde, sin una verdadera transformación estructural hacia energías descentralizadas, democráticas y sostenibles.