Con el inicio de las vacaciones de invierno, comenzaron también los tradicionales Centros de Vacaciones Solidarias (CEVAS) en distintas parroquias de Punta Arenas, entre ellas la Parroquia San Miguel, ubicada en calle Boliviana. Estos espacios buscan ofrecer a niños y niñas una alternativa de recreación, formación en valores y convivencia durante el receso escolar.
Cecilia Catreo, asesora de CEVAS San Miguel, explicó que el objetivo de esta iniciativa es entregar a los niños una semana distinta, especialmente para quienes no tienen la posibilidad de salir de la ciudad: “El enfoque de los CEVAS en general es darle la posibilidad a los niños de tener una semana de vacaciones donde puedan compartir, crecer y desarrollar sus habilidades personales. Es una experiencia muy significativa para todos”, indicó.
Los monitores, en su mayoría jóvenes voluntarios, se prepararon con anticipación para recibir a los niños. Destacan la oportunidad de acompañar y enseñar desde una mirada cristiana: “Es muy bonito compartir con ellos, enseñarles sobre Dios, hablar de valores. La alegría con la que llegan y se van es muy gratificante. Es una experiencia enriquecedora para todos nosotros”, comentaron algunos de ellos.
Quienes más disfrutan de esta instancia son los propios niños, quienes participan con entusiasmo año a año. “La estoy pasando bien porque hacemos cosas divertidas con los monitores, hoy estamos haciendo un corazón con los nombres de las personas que más queremos”, contó una de las pequeñas asistentes.
Los CEVAS de San Miguel están destinados a niños entre 5 y 12 años, y esperan recibir cerca de 100 participantes durante la semana. Las actividades incluyen juegos, manualidades, momentos de reflexión y una colación, todo bajo un enfoque cristiano y comunitario. “Los estamos recibiendo con mucho entusiasmo. Tenemos el espacio y las ganas de recibir a más de cien niños. Las actividades se desarrollan de lunes a viernes, entre las 14:30 y las 18:00 horas”, concluyó Cecilia Catreo.
Una alternativa solidaria y alegre para cientos de niños magallánicos que dan inicio así a sus vacaciones de invierno en un ambiente de comunidad, aprendizaje y fe.