El pasado viernes concluyó en Pucón la XI Conferencia Abierta del Comité Científico para la Investigación Antártica (SCAR), evento que rompió récords al reunir a más de 1.500 participantes, siendo la más grande en la historia del SCAR. Esta conferencia bianual es una de las más relevantes en el ámbito científico, donde convergen todas las disciplinas involucradas en el estudio del continente blanco.
Pucón fue seleccionada como sede después de que Punta Arenas, la opción lógica en Chile, quedara descartada por limitaciones en infraestructura. La ciudad, en la región de la Araucanía, ofreció un entorno natural evocador de la antigua Antártica verde y compartió un clima similar al de otras puertas de entrada al continente, como Christchurch y Hobart.
Chile ha consolidado su posición como actor clave en la ciencia antártica. De los 82 proyectos del Programa Nacional de Ciencia Antártica, solo el 17% se ejecutan en Magallanes, mientras que el resto se distribuye en diversas ciudades del país. Esta realidad subraya la importancia de conectar a la comunidad científica nacional con los avances internacionales en el campo polar, un objetivo cumplido con creces en esta conferencia.
Con una inscripción más accesible que en conferencias previas (USD 100 para estudiantes), Pucón reunió a 445 participantes chilenos, un número considerablemente mayor que en conferencias anteriores, donde la presencia chilena había sido menor.
La magnitud del evento fue abrumadora, con más de 50 sesiones simultáneas, 28 talleres, 4 plenarias y múltiples reuniones de trabajo. Los temas abarcaron desde la estabilidad de los hielos antárticos y el cambio climático, hasta el uso de energías renovables y la gobernanza antártica.
La conferencia fue marcada por el protagonismo de jóvenes investigadores. Sally Lau (Australia) abrió el evento con una exposición sobre el colapso de los hielos en la Antártica Occidental, mientras que Victoria Nuviala (Argentina) presentó una biografía arquitectónica del continente antártico, ofreciendo una perspectiva única sobre la historia de las construcciones en el lugar. Por su parte, Mathieu Casado (Francia) destacó la importancia de los isótopos de hielo como herramientas para medir el cambio climático a lo largo del tiempo.
Uno de los temas recurrentes fue la importancia de la colaboración global en la ciencia polar. Peter Convey (Reino Unido), un respetado ecólogo polar, abordó los desafíos que las tensiones geopolíticas actuales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, imponen a la cooperación científica. Convey instó a los científicos, especialmente a los jóvenes, a fortalecer las conexiones personales y profesionales para superar las barreras impuestas por la política.
Meredith Nash (Australia) cerró las plenarias con un emotivo discurso sobre el acoso sexual en la investigación polar, abordando el impacto del movimiento #MeTooAntarctica. Nash destacó la necesidad de hacer de la ciencia antártica un espacio más inclusivo y equitativo, siendo aplaudida de pie por los asistentes.
La XI Conferencia Abierta del SCAR en Pucón no solo marcó récords, sino que también dejó un legado de reflexión y cooperación científica que perdurará en los próximos años.