2.1 C
Punta Arenas
martes, 10/09/24

Ana María Vera: en búsqueda de su madre biológica luego de enterarse que fue adoptada hace 67 años

Ana María espera que alguien pueda brindarle información fidedigna que le permita cerrar este ciclo antes de regresar a Ovalle la próxima semana.

Toda su vida, Ana María Vera Mancilla veneró, amó y respetó a sus padres adoptivos, Víctor Raúl Vera Vera y Ana Celia Mancilla Muena, hoy fallecidos. Como hija única, fue bendecida con un amor especial y siempre lo tuvo todo. Desde niña, fue matriculada en el Colegio María Auxiliadora, donde cursó la enseñanza básica, continuando su educación en el Liceo Sara Braun. Posteriormente, se tituló como enfermera en la entonces Universidad Técnica del Estado, hoy Universidad de Magallanes.

Actualmente, Ana María reside en Ovalle, capital de la provincia de Limarí. Ayer, mientras conversábamos en Punta Arenas, coincidió que estaba cumpliendo 68 años de vida (5 de agosto de 1956). Lo que la trae de vuelta a su ciudad natal es una búsqueda personal crucial: descubrir quién es la mujer que la vio nacer.

El año pasado, Ana María se enteró de que no es hija biológica del matrimonio que la crió con tanto amor. “¿Cómo lo tomaste cuando te enteraste de que ellos no eran tus padres?”, le preguntó una de sus mejores amigas durante una conversación sobre adopciones. “Fue de pura casualidad que lo vine a saber. A partir de ahí, empecé a reunir antecedentes”, señala Ana María.

Ana María ha regresado a Punta Arenas con la esperanza de encontrar alguna pista sobre su madre biológica. Según los pocos antecedentes que ha logrado reunir, su madre biológica la tuvo a los 15 años, hija de una familia “pudiente” de Magallanes en 1956. En aquella época, el embarazo de una adolescente no era bien visto, por lo que los padres de la joven embarazada contactaron a un médico ginecólogo, el Dr. Merino Reyes, que atendía en una clínica privada ubicada en Avenida España Nº971. Tras el parto, la bebé fue entregada a Ana Celia Mancilla, quien junto a su marido la inscribieron como su hija, bajo el nombre de Ana María Vera.

“Ambas mujeres se internaron en esa clínica. Mi mamá salió conmigo, y la otra chica, mi madre biológica, tal vez qué le habrán dicho ese 5 de agosto de 1956”, reflexiona Ana María. Este acuerdo fue preestablecido entre el médico, los padres de la joven estudiante y el matrimonio adoptante, presumiblemente a un costo económico considerable, ya que era una clínica privada.

Ana María espera que alguien pueda brindarle información fidedigna que le permita cerrar este ciclo antes de regresar a Ovalle la próxima semana. “Hasta el 15 de agosto voy a estar en Punta Arenas”, nos dice, compartiendo su número de celular (9-91899959) para que cualquier persona con información relevante pueda contactarla.

Síguenos en

spot_img

Más noticias

Te puede interesar

Últimas noticias