La comunidad fueguina enfrenta momentos de angustia y preocupación debido a la posible clausura de Nova Austral, empresa que ha sido el pilar de la economía local en los últimos años. El destino de la compañía y la comuna está en manos de inversores desconocidos a miles de kilómetros de distancia.
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En Noruega, los acreedores de Nova Austral tienen la última palabra y hasta ahora las señales no han sido favorables, sin indicios de inversiones que aseguren la viabilidad de la salmonera. A pesar de los esfuerzos en Chile por permitir que la empresa continúe su producción de peces, una reciente sanción por sobreproducción ha puesto un nuevo obstáculo.
Esta crisis, que se veía venir, comienza a impactar en la comunidad, generando temores de posibles despidos, primero en las empresas contratistas y luego en la propia salmonera.