A partir del 16 de noviembre, la empresa Vía Alerce asumirá la concesión del transporte mayor en Punta Arenas, reemplazando a Ascendal, que ha estado a cargo hasta ahora. Esta transición se ha pospuesto varias veces debido a los significativos problemas técnicos en la flota de buses. Ascendal, que debía finalizar su gestión a principios de mes, extendió su contrato por 15 días adicionales mientras se realizan las reparaciones necesarias.
Durante la mañana de este lunes, los buses de Ascendal seguían operando en las calles, incluyendo la concurrida calle Chiloé. Sin embargo, la situación de la flota ha sido un desafío constante. De los 70 buses que deberían estar en funcionamiento, solo 32 circulan regularmente, mientras que tres vehículos son considerados pérdidas totales y el resto presenta serias fallas que requieren atención.
Vía Alerce decidió aplazar la asunción de la concesión precisamente por el estado deficiente de los buses. Las reparaciones necesarias y las condiciones técnicas inadecuadas han sido motivos de preocupación, no solo para los operadores, sino también para la ciudadanía en general, afectada por problemas como baja frecuencia de recorridos, sistemas de calefacción inoperantes, y fallas mecánicas recurrentes.
Ante esta situación, los trabajadores del transporte mayor han expresado su preocupación por el estado de los buses y las condiciones laborales. Algunos representantes incluso viajaron hasta el Senado para exponer la realidad que vive el sistema de transporte público en Punta Arenas, buscando soluciones y apoyo para mejorar el servicio.
A pesar de las dificultades, hay cierto alivio entre los trabajadores ahora que se acerca el traspaso a Vía Alerce. Las expectativas de la comunidad son altas, con la esperanza de que estos cambios representen una mejora en el servicio, que ha sido criticado por una serie de problemas logísticos y técnicos.